¿Qué es el coaching sexual?

Para la estabilidad de las relaciones de pareja, el sexo posee una influencia trascendental, pues además de permitir una conexión física, también permite una conexión emocional con el ser amado. Las inseguridades, las rutinas y también las creencias irracionales causan una pérdida de rumbo, que el Coaching sexual puede ayudar a retomar…
Coaching sexual
Para la estabilidad de las relaciones de pareja, el sexo posee una influencia trascendental, pues además de permitir una conexión física, también permite una conexión emocional con el ser amado. Las inseguridades, las rutinas y también las creencias irracionales causan una pérdida de rumbo, que el Coaching sexual puede ayudar a retomar, desempeñando la función de un guía el cual enseña de nuevo el camino o bien ayuda a encontrar uno nuevo. El Coaching sexual permite una mejora en la vida sexual y por lo tanto puede ser de gran utilidad para superar problemas de pareja.
La metodología que el coaching utiliza consigue el máximo desarrollo de las personas, influyendo en su transformación, provocando cambios de perspectiva, elevando el grado de motivación, la responsabilidad y el compromiso. Esto se puede emplear en diversos ámbitos, como en el deporte, en la empresa, etc…
Es un sistema centrado en facilitar el aprendizaje, en promover cambios emocionales, cognitivos y conductuales, así un coach expande la capacidad de acción en función de si se lograron las metas propuestas. Hay diferentes clasificaciones para los diversos tipos de coaching, pero la base de su actuación es compartida por todos.
En la década de los sesenta empezó el desarrollo de la sexología como una ciencia, se fueron añadiendo algunos tipos de tratamientos en los que una persona formada en terapias sexuales asesoraba y participaba como guía. Se prescribían una serie de tareas (en el consultorio) para llevar a cabo en el hogar para que las parejas las pudieran practicar en la intimidad.
Posteriormente con las ganas de libertad y de aventurarse, aparecieron en California los primeros grupos de trabajo en temática erótica. Estas reuniones consistían en indicarles a diversas parejas ejercicios para realizar en la intimidad, para más tarde con el terapeuta y el resto de los participantes comentarlas.
Algunos de los terapeutas más audaces incluyeron en sesiones grupales diferentes técnicas de relajación, incluyendo contactos corporales entre los participantes, usaron alimentos y cremas para embadurnarse, y procuraron estímulos olfatorios y musicales.
Hoy en día la sexualidad y el sexo vuelven a ocupar un lugar de prioritario en la vida de relación. Existe más conocimiento, se escucha más, se difunde, se comparte y se mejora.
La contratación de un coach sexual no responde a una patología, como posibles problemas de relación, o dificultad en el desarrollo de habilidades eróticas, etc.
El sex coaching ayuda de diferentes maneras: unos se limitan a aconsejar para posteriormente trabajar en la intimidad, algunos intervienen por teléfono o conexión “on-line” durante el encuentro, y otros llevan a cabo a una terapia de shock dando indicaciones presencialmente.
El coach sexual cumple las funciones de evaluación, después de observación y guía, entonces indica y sugiere.
El sex coaching tuvo Nueva York como la ciudad pionera, pero en la actualidad se expande por el mundo, teniendo en las mujeres las personas quienes más se interesan y solicitan sus servicios. Es posible que quizás por sus anteriores experiencias, quizás por la necesidad de romper con inhibiciones y enriquecer el género, pero las mujeres siempre están actualizadas sobre los avances en materia sexológica,
Cuando se sufre de disfunciones sexuales o bien se tienen problemas en la conquista, o dificultades en el despliegue de habilidades eróticas, las mujeres son las primeras en pedir ayuda, y son muchas las ocasiones en que convencen a sus parejas de la asistencia que puede brindarles un profesional.
No deberíamos confundir entre el coach sexual y el sexólogo clínico, pues existen diferencias notables. El coach sexual es alguien formado en sexología y que asiste a personas las cuales carecen de patologías, pero que si tienen problemas en el desarrollo de los recursos eróticos. Por ejemplo: desconocen las zonas erógenas, sustentan sus ideas en creencias erróneas, tienen una falta de sincronía para encontrarse, suelen sufrir dificultades para tomar la iniciativa, siguen unos patrones rutinarios, practican un tipo sexo esquemático, etc.
En cambio, el sexólogo es un psicólogo o médico profesional, que evalúa minuciosamente el trastorno, que pueden ser desde disfunciones sexuales, a las parafilias o relaciones disfuncionales. Un sexólogo solicita estudios e implementa un abordaje y un diagnostico con entrevistas individuales. Brinda “tareas para el hogar”, Ofrece indicaciones precisas para mejorar el contacto y en caso de ser médico, puede prescribir fármacos.
Algo muy recomendable, sería que el coach trabajara bajo la supervisión de un sexólogo.
Podemos decir que el coaching sexual o sex coaching ayuda a mejorar la vida de sexual de la pareja. Ayuda a desarrollar competencias afectivas, emocionales o e actitud las cuales se pueden aprender y entrenar un desarrollo de la sexualidad gratificante y plenamente satisfactoria en todos los sentidos.
Por lo tanto el coaching sexual, no se tiene que confundir con la sexología, ya hemos dicho que esta última orienta mediante una serie de instrucciones con el objetivo de paliar el trastorno, la disfunción o la enfermedad sexual. Y que en cambio, el sex coach, no se centra en influir en influir, mediante una serie de intervenciones y herramientas que ayuda al individuo a conocerse mejor y desarrollar su verdadero potencial sexual rompiendo las creencias limitantes.
Un sexólogo es alguien que ha realizado un máster en sexología y trabaja específicamente con disfunciones sexuales como: la disfunción eréctil, la eyaculación precoz, las fobias sexuales, disfunciones orgásmicas, el vaginismo, etc.
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